Esta es una de las fotos que tomamos con More, mi amiga, en una de nuestras salidas al Cementerio de la Chacarita.
Para hoy pensé en publicar aquí, una texto que había redactado una vez para la historia de mi personaje en un foro de rol de vampiros victorianos, lógicamente ambientado en Paris en el 1800.
Mi personaje se llamaba Amadeo Serenaga, un vampiro con siglos de edad.
Hola, Papel olvidado.
El verte en esta mesa de mi casa ha atraído mi atención, y no seria la primera vez que me ponga a escribir sobre lo primero que encuentro y te agradezco estar aquí, casi cual destino te ha acercado porque junto a mi pluma bañada en tinta son el viento que despeja las tormentosas nieblas de mi mente. Permíteme hacer uso de tu cuerpo, llenar de negro tu blanca piel y trazar caminos que no recorrerás.
He llegado a Francia hace ya mas de un mes siguiendo las palabras de que aparentemente aquí se encontraría el asesino de mis padres, mi mayordomo y de todo lo que consideraba preciado para mi.
Comúnmente camino en las heladas noches de este invierno de Paris, y en la oscuridad donde salgo yo, en la oscuridad donde habitan los señores de la noche... Ahí mismo... ¡Hay mas!. Seres que pueden volverse animales, otros que le rezan a la luna llena, no son nada que no haya visto antes, pero nunca tan seguido, ¡nunca tantos!, muchos se respetan, otros esperan que el sol se oculte para quitarse la mascara pero es una sociedad bajo la sociedad, es la sociedad de las noches que a la mañana lleva una mascara. Definitivamente no me sorprendería encontrar a la persona que busco aquí y sea en una deseosa noche como esta en la que cobrare cuentas, pero hasta entonces, solo soy Amadeo Serenaga, un hombre corriente de clase media...
Claro que yo no soy un hombre corriente. Así como otros tienen una luna que es más fuerte que ellos, yo también tengo un corazón que me dice que periódicamente tengo que tomar el agua del río de las venas. Y es algo que ni yo tolero, yo no quise ser vampiro... Maldita sea, ¡tenia 17 años!, ni siquiera creía en todas las cosas que ahora con 496 contados años, se que son reales, pero me ha servido llegar a Francia para confirmarme que detrás de cualquier belleza siempre hay una cara oculta, y en la cordialidad de Paris hay un lado que solo algunos ven... yo lo vi, y tengo que aceptarlo...
SOY UN VAMPIRO.
No puedo negarme beber sangre... ¡duele!
No puedo negarme a luchar... ¡viviré!
Quizás no sea la mejor decisión, quizás solo estoy dejando que sea mi pluma la que piense y yo solo observo… Pero señor Papel, debo ser mas egoísta, tengo que esforzarme por cumplir mis cometidos, yo tengo una vida esperándome, y hasta que todo se cumpla no podré dormir y soñar... Solo pesadillas anoche... ayer, anoche, hoy, ahora y mañana, y aun sueño con despertar. Juro ante ti que despertare como un hombre, juro que como humano cumpliré mis dieciocho años y los viviré como humano, reiré, llorare, amare y cuando llegue su momento, ¡como humano moriré!… Pero hasta que ese momento llegue, nunca bajare los brazos, sin importar si tengo que sangrar o hacer sangrar, beber o brindar… Matar… Pero nunca dejarme morir…
No se donde vayas a terminas, o en manos de quien. No es mi intención dar esperanzas a nadie y menos infundar miedo, solo es una declaración a conciencia por mi y para mi mismo, y así me despido…
… Buenas noches, señor Papel… Ya no será olvidado.
A. S.
Au Revoir.