Hace ya mucho tiempo, algún sábado seguro, había salido con amigos, y al regreso baje del tren, crucé la estación del lado este y pase frente a un local de esos que exhiben el nombre de "Todo por 2 pesos" y llamo mi atención ver una mesa llena de libros un cartelito que decía "$2". No era la primera vez que me detenía ante ese lugar. Esa mesa estuvo con libros hacia mas de un año, al principio estaban alrededor de cinco pesos, con los meses a tres, y paso tanto tiempo que esas hojas olvidadas no tenían dueño que llegaron a costar estos dos pesos.
Habían libros de economía, constitución de las distintas provincias, unos pocos libros de cuentos infantiles, cuadernillos de tareas, y cada tanto, alguna novela. La curiosidad me llevo hasta un librito de tapa verde que decía "Una Catedral Gótica" y "Nadie Debe Morir" de Alberto Rodríguez Muñoz, luego de darle una hojeada, lo compre. Como estuve ocupado entre estudios, libros que ya estaba leyendo y demás, la obra del señor Rodríguez Muñoz siguió olvidada en la biblioteca de mi habitación, y paso allí un largo tiempo hasta que hace poco, me preparaba para ir a visitar a una amiga, Ella vive lejos, tenia dos horas y media de viaje de ida, por lo que mirando entre mis libros, lo encontré y lo lleve.
La obra "Una Catedral Gótica" me atrapo como me atraparía cualquier obra con amplio léxico y palabras bien usadas.
Comienza con una noche en un teatro vacío en la que Amalia, una mujer que sueña con ser una gran actriz teatral y su amigo, Rodrigo, un Psicólogo que había ido a verla. Mantienen una charla con amplias discusiones. Ella es muy alegre y un tanto egocéntrica pero muy soñadora, el es frío, muy irónico y negativo, le lleva la contra en todo a Amalia, pero les gusta exponer y defender a cada uno sus ideales. en varias ocasiones son interrumpidos un intruso que con la excusa de resguardarse de la lluvia les pide quedarse allí y se une a las charlas y discusiones. Allí hablan de los valores, los sueños, la vida, grandes temas que se discuten desde tantos puntos de vista que hace que uno también piense en su punto de vista.
"Una Catedral Gótica" de Alberto Rodríguez Muñoz, una obra de teatro corta de un único acto y gran uso de las palabras. Realmente me gusto.
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